(Programa de radio Siendo Consciente del 24 de Marzo de 2017)
La asertividad implica un equilibrio consciente entre el respeto a los demás y la manifestación de tus emociones, creencias y valores.
El no hacerte consciente de la manera en que te interrelacionas y comunicas con los demás genera un desequilibrio que te saca de la asertividad.
En cargar la balanza más hacia la defensa de lo que para ti es importante, mostrando tus emociones sin interesarte en las creencias o emociones de la persona con que te comunicas, hace que tus mensajes sean claros y hasta te salgas con la tuya, pero el costo puede ser que te tachen de arbitrario y una convivencia insana e incluso la pérdida de amistades.
Por otro lado, el romper este equilibrio anteponiendo las necesidades de nuestro interlocutor y que éste se sienta bien o se cumpla lo que para él es importante, te hará ver como complaciente y más de uno abusará de tu nobleza; lo que te irá llenando que emociones reprimidas que pueden afectar tu salud o bien acumularse hasta escapar de manera explosiva, para luego regresar a la complacencia y repetir el ciclo.
También puedes alejarte y no mostrar interés alguno, ni por manifestar lo que está dentro de ti, ni por escuchar lo que es importante para quienes te rodean. La indiferencia también comunica y genera que te aísles o incluso los demás se alejen de ti.
Estás maneras comunicarte —que son más comunes de lo podemos pensar— no son conscientes, te dejas llevar y comunicas sin poner atención ni a ti mismo ni a los demás. Tus creencias y emociones toman el control desde tu preconsciente y hablas simplemente por hablar. Lo que te lleva, en el mejor de los casos a posteriores arrepentimientos.
¿Cuál es la solución? Es tan simple como hablar con consciencia, poniendo atención a qué creencia o valor y qué emoción están detrás de tu mensaje, manteniendo un equilibrio con el darte cuenta de la reacción que generarás en las emociones e ideas de tu interlocutor. Hacer este ejercicio de consciencia te puede llevar incluso a tomar la decisión de qué y cuándo callar algo, desde un silencio asertivo, buscando lo más sano en esa relación.
En resumen, el ingrediente central de la asertividad está en poner atención. Un diálogo asertivo se construye desde la consciencia.
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Por: Roberto G. Martinell
Psicólogo y Coach
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