Para que nuestra comunicación sea realmente efectiva y madura requiere que seamos asertivos. ¿Consideras que la manera en que te comunicas es realmente asertiva?
Comencemos desde el principio. ¿Tienes claro el concepto de asertividad?. La asertividad suele definirse como un con junto de comportamientos de comunicación maduros en los cuales la persona no agrede ni se somete a la voluntad de otras personas, sino que manifiesta sus convicciones y defiende sus derechos de manera equilibrada.
Esto nos regresa a nuestra pregunta inicial: ¿Consideras que la manera en que te comunicas es realmente asertiva?
Es primordialmente a través de la comunicación como interactuamos con los que nos rodean. Ésta pude ser verbal, escrita, gestual o cualquier combinación de éstas. Independientemente del medio que usemos nuestra comunicación tiene dos cualidades: la fuerza y la empatía.
La retroalimentación no es compleja en si misma, más es uno de los diálogos más difíciles para la mayoría de las personas.
Comenzaré por describir qué es la retroalimentación, o feedback como se le llama en inglés y que se refiere, si lo traducimos directamente a alimentar (Feed) nuevamente (Back). El Diccionario de la real academia española no aparece como tal este término, pero sí viene realimentación y realimentar referido como:
1. tr. Electr. Alimentar un sistema o circuito mediante el retorno de una parte de su salida. Real Academia Española. (2014)1
La realimentación o retroalimentación es un término usado en ingeniería, economía, y biologíapara referirse al mecanismo mediante el cual una cierta proporción de la salida de un sistema es redirigida a la entrada, con señales de controlar su comportamiento.
Este es adoptado también en la psicología, pedagogía y el management para referirse a una conversación en la que se comparten con otra persona opiniones, juicios fundados sobre su comportamiento y el efecto de dichos comportamientos en sus resultados, acompañados de lo que, a juicio de quien entrega la retroalimentación, son aciertos y errores, así como fortalezas y debilidades. La idea es que esta persona que recibe la retroalimentación tome la información que recibe con el objeto de modificar aquellos comportamientos que no están siendo efectivos, incorpore nuevos comportamientos y/o mantenga aquellos que le han dado resultados positivos.
¿Qué es el manejo de conflictos?
Es la habilidad de negociar y resolver desacuerdos. Esto incluye:
Manejar con tacto y diplomacia de personas y situaciones difíciles. Identificar conflictos potenciales, tocando el tema proactivamente, poniendo sobre la mesa desacuerdos para ayudar a confrontar y disminuir el conflicto. Promover debates constructivos, discusiones abiertas y negociaciones facilitando soluciones de ganar-ganar en situaciones de conflicto
Entre las fuentes típicas de conflicto están:
- Medios. Cómo lo vamos a lograr
- Fines. Metas, resultados
- Valores. Lo que es importante para nosotros y el grupo
- Estilos. Nuestra forma natural de comportamiento
- Hechos. Datos, información
- Piensa sobre los tipos de situaciones que te crean conflictos. ¿Cuáles son los disparadores o situaciones que te dejan en una postura de conflicto?
- Para tratar con efectividad el conflicto, necesitas comprender la fuente, cuál es tu disparador y típicamente cómo manejas el conflicto.
Las decisiones que has tomado han sido las mejores que podías tomar en ese momento de tu vida.
Difícilmente tomamos decisiones con la intención de afectarnos deliberadamente, incluso me atrevo a decir que no es tan común que las personas tomen decisiones con la premeditación de causar daño a otros. Y quizá esta última afirmación cause polémica a la luz de la serien de suceso recientes que parecen contradecir esto.
No puedo negar que hay personas delincuentes y sin escrúpulos que buscan afectar a terceros de marea intencional, y quizá esto hacen desde la consciencia de sus actos. Pero hay hechos, como la tragedia del adolecente que disparo en su salón de clases en Monterrey, que me parece no se deciden y ejecutan desde un nivel de consciencia plena. Pero al final hay consecuencias y responsabilidades por lo hecho. El problema comienza cuando tenemos que hacernos responsables de actos que hicimos “sin pensar”… sin consciencia.
El liderazgo está de moda, quizá tanto como el éxito. Hoy pareciera que a lo único que puede aspirar una persona que pretenda desarrollarse y ser bien vista en el mundo laboral, personal, familiar y social es a ser un Líder Exitoso.
Tal vez no nos quede claro qué se entiende por uno ni lo otro, ni líder, ni exitoso. Pero es aspiracional el llegar a serlo.
Así, ante esta necesidad del mercado —desde mis perspectiva una necesidad creada— capacitadores, consultores y coaches han inundado el mercado con una infinidad de listas y modelos de métodos, claves, hábitos y demás parafernalia que te garantizan convertirte en un líder exitoso.
Comencemos por el éxito, más allá de la definición del diccionario que dice “resultado feliz de un negocio, acción, etc.” Me atrevo a definir el éxito simplemente como lograr lo que uno se propone. No creo que necesariamente eso te lleve a la felicidad, que para mí es disfrutar lo que estás viviendo. Lo que me parece que se ha convertido en una necesidad creada, que trata de definir el éxito en términos de tener bienes materiales o riqueza. Cuando, me parece que, si llegas al fin que te has propuesto podemos decir que eres exitoso, así sin más.
Hay casi tantas definiciones de liderazgo como autoridades en el campo. Un análisis de éstas nos sugiere que el liderazgo es trabajar con, y a través de otros, para dar resultados y también que un líder es alguien que tiene seguidores.
Las principales teorías actuales sobre el liderazgo se basan en la orientación que tiene la conducta de un líder, la cual básicamente se puede dividir en dos tipos:
√ Orientación a la tarea (Motivo de Logro)
√ Orientación a las relaciones (Motivo de Afiliación)
Con base en esta afirmación, el método del liderazgo situacional de Kenneth Blanchard y Paul Hersey sostiene que los gerentes deben utilizar diversos estilos de liderazgo dependiendo de la situación.
Día a día el vertiginoso rumbo de la vida moderna nos genera más demandas, más eficiencias y mejores resultados, hay una sed por hacer más y más rápido.
Que los niños aprendan habilidades avanzadas a menor edad cada vez; buscamos estar conectados para estar enterados de todo a la mayor velocidad posible; en los negocio cada vez es más frecuente que se le pida a las personas hacer más con menores recursos y todo ello nos produce un gran estrés. Desde nuestra perspectiva, un reflejo de ello está en la cada vez más patente búsqueda de soluciones para encontrar la tranquilidad, la felicidad y el equilibro.