(Programa de radio Siendo Consciente del 24 de febrero de 2017)
"¿Qué es real? ¿Cómo defines lo real? Si estás hablando de lo que puedes sentir, lo que puedes oler, lo que puedes saborear y ver, entonces lo real son simplemente señales eléctricas interpretadas por tu cerebro." Te invito a reflexionar en esta frase de Morpheus, en la película The Matrix ¿Cómo defines tú la realidad?, indudablemente hay un universo maravilloso que nos rodea y en el cual habitamos, pero estamos tan acostumbrados a él que normalmente lo damos por hecho y lo pasamos por alto.
Y quiero resaltar que, al final, la manera en que observamos, definimos y describimos el universo es tan solo nuestra propia y particular interpretación del mismo.
Ahora bien, si tomamos en cuenta de que nosotros mismos somos parte del universo, no hay manera de vernos a nosotros mismos sin filtrar lo que vemos, nosotros mismos nos observamos, definimos y describimos. Somos un observador que se observa a sí mismo. Lo que quiere decir que eres tan solo tu propia y particular interpretación de ti mismo.
Por lo anterior, la imagen que tienes de ti mismo es una realidad creada por ti; no es más que el resultado de algo que haces de manera cotidiana, automática y prácticamente inconsciente: observar el universo y crear tu realidad del mismo. Y dentro de esa realidad estás tú. De manera que eres tu propia creación. Eres la imagen que creas de ti mismo. Y esta última es una aseveración que considero muy importante. Si tú, como cada uno de nosotros lo hace, te creas a ti mismos debes asumir la plena responsabilidad de lo que eres y reflejas.
Pero esa responsabilidad requiere de consciencia, de que al observarte y crear esa imagen de ti mismo lo hagas de manera consciente. Pon atención en tu actuar, sé sincero contigo mismo y respóndete ¿Modificas la manera como te comportas y como eres al pasar de un ambiente a otro? Si tu respuesta es sí —lo que le para a la mayoría— resulta que tu imagen responde, más que de manera individual, de manera colectiva, eres quien eres en función de los demás y no muestras lo que eres realmente. Es como una máscara de las que se usaban en las antiguas obras de teatro griegas. Y como toda mascara es inflexible, acartonada y oculta tu verdadero ser.
Sin embargo, hay una imagen interna que esa máscara no te permite mostrar, y peor aún no te permite mostrarte. Lo que realmente eres está en tu interior y, si lo que muestras es tu máscara, tu imagen interna la manifestarás proyectándola en otros como cualidades que admiras o te desagradan. La mostraras como humor en aquello que te hace reír o como miedos que te aterrorizan. Tu máscara es la que usas para habitar tu zona de confort y su rigidez te invita a no quitártela y quedarte en ella. Lo que realmente eres se oculta, justo fuera de tu zona de confort, en la zona de sombras que no te atreves a cruzar por miedo, burla o al proyectarlo en otros y no verlo como parte de ti mismo.
Pero si decides adentrarte en la zona de las sombras, quitándote tus máscaras e iluminado lo que hay en ella con la consciencia, es decir dándote cuenta que lo que ahí hay eres tú, tu verdadera imagen interior llena de cualidades y con áreas de oportunidad para ser mejor, entonces trascenderás hacia tu zona de oportunidades donde, siendo tú mismo, podrás crecer y transformarte, ser feliz disfrutando lo que tienes y alcanzando el éxito en aquello que te propones como profesionista, como pareja, como padre, como hijo… en fin como una persona plena y más consciente.
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Por: Roberto G. Martinell
Psicólogo y Coach
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